Quimiólisis: nuestra puerta al aislamiento circular

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Para conseguir un aislamiento circular, o como nos gusta llamarlo, un aislamiento fundamentalmente sostenible, tenemos que reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y encontrar la manera de maximizar la extracción de valor de nuestros materiales al final de su vida útil.  

Y lo estamos haciendo eligiendo socios sostenibles en cada paso de nuestra cadena de suministro ascendente, y explorando cuatro rutas diferentes: 

• Reutilización: Aplicando los principios del ecodiseño para desarrollar sistemas de aislamiento que puedan reutilizarse en otro proyecto. 

• Pirólisis: Un proceso de reciclado que utiliza residuos plásticos mezclados para producir nafta como materia prima para la fabricación de MDI y poliol, los componentes básicos de nuestros aislantes. Por desgracia, requiere una gran cantidad de energía, por lo que no es nuestra opción preferida. 

• Materias primas de origen biológico: Estamos pasando de las materias primas de origen fósil a las de origen biológico, y estamos probando el uso de la lignina para sustituir al poliol de origen fósil. 

• Quimiólisis: Un proceso de reciclaje que devuelve las planchas PIR a sus componentes originales. Este proceso, además de consumir menos energía que la pirólisis, también puede repetirse constantemente. Cuando se industrialice, puede ser nuestra puerta de entrada al aislamiento circular y, por extensión, a una industria de la construcción sostenible. 

Si bien la incineración para la recuperación de energía y el reciclado en otras aplicaciones ofrecen una solución puntual, la quimiólisis puede ayudarnos a crear un sistema de circuito cerrado que mantenga nuestros materiales aislantes en circulación.